La discriminación por edad en contra de las personas es un problema generalizado que la mayoría de nosotros adopta desde que estamos en edad preescolar. Nuestra cultura promueve estos prejuicios e, incluso cuando nosotros mismos alcanzamos la madurez, no podríamos reconocer nuestras actitudes discriminatorias por edad.
Cuando la discriminación por edad está dirigida a las personas mayores, reduce nuestro bienestar, e incluso acorta nuestra vida. Cuando apoyamos estereotipos negativos acerca de las personas mayores, nos perdemos de la alegría, la creatividad, la inteligencia y muchas otras cualidades que las personas mayores contribuyen en nuestros lugares de trabajo y comunidades.
La discriminación por edad reduce nuestro bienestar y esperanza de vida
En una encuesta realizada entre personas de 60 años o más, el 80% dijo que había experimentado algún tipo de discriminación por edad, y casi la tercera parte reportó haber sido ignorada o no tomada en serio debido a su edad. A nivel individual, la discriminación por edad contribuye a la ansiedad, depresión, temor de buscar terapia e incluso una vida más corta. En el ámbito de la atención médica, los pacientes mayores con frecuencia son vistos a través de estereotipos que resultan en una atención médica menos eficaz. Por ejemplo, problemas como el deterioro cognitivo ocasionado por un complejo régimen de medicamentos no son reconocidos ni tratados con la misma frecuencia en adultos mayores. Nuestras propias actitudes acerca del envejecimiento hasta pueden afectar la duración de nuestra propia vida. Según los resultados de un estudio, las personas que tenían una opinión negativa sobre el envejecimiento vivieron, como promedio, 7.5 años menos que quienes tenían opiniones más positivas.
Discriminar por edad afecta negativamente a nuestros lugares de trabajo y comunidades
La discriminación por edad también tiene un mayor impacto en la sociedad debido a que las presunciones negativas acerca de las personas mayores afectan las decisiones de empleo, la participación en la comunidad y las leyes gubernamentales. En el trabajo, más del 60% de los trabajadores reportó haber presenciado o experimentado la discriminación por edad. Sin embargo, los datos muestran que los equipos intergeneracionales (diferentes generaciones) de trabajo tienen un mejor desempeño que los unigeneracionales (una generación), y que contar con personas mayores en los equipos intergeneracionales tiende a mejorar la productividad de aquellos que los rodean.
En las décadas que se avecinan, nos enfrentaremos a una serie de desafíos, pero también a grandes oportunidades a medida que los habitantes de San Francisco continúan viviendo vidas más largas y productivas. Durante el siglo pasado, el número de estadounidenses que tenía 65 años o más aumentó diez veces mientras que la esperanza de vida casi se duplicó. Para 2030, casi el 30% de los residentes de San Francisco tendrán una edad de 60 o más años. A medida que desarrollamos nuevas estrategias para aprovechar este dividendo de longevidad, superar nuestros propios prejuicios y presunciones acerca de la edad nos permitirá darles mejor forma a los procedimientos y adoptar enfoques innovadores que reconozcan a las personas mayores como valiosos recursos de nuestras comunidades.
Redefinición de la conversación
Incluso con la mejor de las intenciones, es difícil cambiar nuestras opiniones y percepciones sobre el envejecimiento. El Frameworks Institute, junto con ocho organizaciones nacionales enfocadas en el envejecimiento y nueve instituciones que proporcionan fondos, concluyó una exhaustiva investigación sobre cómo darle una nueva forma a la conversación de manera que podamos crear los cambios que todos necesitamos para beneficiarnos de los aumentos en la longevidad. Reframing Aging San Francisco se ha basado en las recomendaciones fundamentadas por la evidencia del Frameworks Institute para diseñar una campaña pública local a fin de crear conciencia entre las personas acerca de la discriminación por edad y promover una participación comunitaria más amplia con nuestros vecinos de edad avanzada.
Únase a nosotros para terminar con la discriminación por edad en San Francisco
San Francisco representa la innovación, la inclusión y la diversidad. Podemos y debemos hacer más para permitirles a las personas en todas las etapas de la vida encontrar mayor crecimiento, comunicación y gozo. Ahora mismo, nuestra sociedad no trata a las personas mayores como iguales; de hecho, estamos marginando su participación y minimizando sus contribuciones. Para estar a la altura de los ideales de San Francisco, debemos enfrentarnos a la injusticia que representa la discriminación por edad.
Estamos comprometidos con erradicar la discriminación por edad y asegurarnos de que todos podamos vivir y prosperar en San Francisco. Lea más acerca de lo que estamos haciendo, incluyendo la campaña Reframing Aging San Francisco, políticas y planificación públicas respetuosas sobre la edad y la discapacidad, financiar programas innovadores creados por organizaciones locales y vecinos, y crear oportunidades intergeneracionales para reducir los estereotipos y prejuicios discriminatorios por edad.